miércoles, 2 de enero de 2008

EL NIÑO QUE TENIA DOS OJOS


En un planeta que era muy parecido a la Tierra, sus habitantes sólo se diferenciaban de los terrestres en que no tenían más que un ojo. Con él se podían ver los astros como a través de un telescopio y a los microbios como a través de un microscopio.Un día, en ese planeta nació un niño con un defecto físico muy extraño: tenía dos ojos. Sus padres se pusieron muy tristes. No tardaron mucho en consolarse: era un niño alegre... y, además, les parecía muy guapo. Estaban cada día más contentos con él. Le cuidaban muchísimo. Le llevaron a muchos médicos... pero su caso era incurable. Los médicos no sabían qué hacer.El niño que tenía dos ojos fue creciendo y sus problemas eran cada día mayores... poco a poco se iba retrasando en sus estudios; sus profesores le dedicaban una atención especial. Necesitaba ayuda constantemente.Aquel niño pensaba que ya no iba a servir para nada cuando fuera mayor... Hasta que un día descubrió que él veía algo que los demás no podían ver: los colores de las cosas. Sus padres quedaron maravillados... En la escuela sus historias encantaban a sus compañeros. Todos querían oírle cuando contaba cómo veía él las cosas.Y al cabo del tiempo era ya tan famoso que a nadie le importaba su defecto físico. Incluso llegó a no importarle a él mismo. Porque, aunque había muchas cosas que no podía hacer, no era, ni mucho menos, una persona inútil. Llegó a ser uno de los habitantes más admirados de su planeta. (Y cuando nació su primer hijo, todo el mundo reconoció que era muy guapo; además, era como los demás niños: tenía un solo ojo.)

Miguel Ángel Pacheco y José Luis García Sánchez

No hay comentarios.: